Salmo 88 (87): Oración de un hombre gravemente enfermo

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Señor, Dios mío, de día te pido auxilio,
de noche grito en tu presencia;
llegue hasta ti mi súplica,
inclina tu oído a mi clamor.

Porque mi alma está colmada de desdichas,
y mi vida está al borde del abismo;
ya me cuentan con los que bajan a la fosa,
soy como un inválido.

Tengo mi cama entre los muertos,
como los caídos que yacen en el sepulcro,
de los cuales ya no guardas memoria,
porque fueron arrancados de tu mano.

Me has colocado en lo hondo de la fosa,
en las tinieblas del fondo;
tú cólera pesa sobre mí,
me echas encima todas tus olas.

Has alejado de mí a mis conocidos,
me has hecho repugnante para ellos:
encerrado, no puedo salir,
y los ojos se me nublan de pesar.

Todo el día te estoy invocando,
tendiendo las manos hacia ti.
¿Harás tú maravillas por los muertos?
¿Se alzarán las sombras para darte gracias?

¿Se anuncia en el sepulcro tu misericordia,
o tu fidelidad en el reino de la muerte?
¿Se conocen tus maravillas en la tiniebla,
o tu justicia en el país del olvido?

Pero yo te pido auxilio,
por la mañana irá a tu encuentro mi súplica.
¿Por qué, Señor, me rechazas,
y me escondes tu rostro?

Desde niño fui desgraciado y enfermo,
me doblo bajo el peso de tus terrores,
pasó sobre mí tu incendio,
tus espantos me han consumido:

me rodean como las aguas todo el día,
me envuelven todos a una;
alejaste de mí amigos y compañeros:
mi compañía son las tinieblas.



COMENTARIOS AL SALMO 87

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1. SOLEDAD, ENFERMEDAD Y MUERTE

«Has alejado de mía mis conocidos, me has hecho repugnante para ellos». «Alejaste de mí amigos y compañeros: mi compañía son las tinieblas».

El peso de la soledad me abruma. Me encuentro solo en el mundo. No me siento cercano a nadie, no hay nadie a quien de veras pueda considerar de los míos. Veo multitudes y me muevo entre la gente, pero todos me son extraños en un mundo hostil. No veo caras, no escucho saludos. La humanidad tiene prisa, y los hombres se evitan unos a otros en la actividad frenética de un trajín sin sentido. Estoy rodeado de gente, pero no siento cordialidad. Hablo con los demás, pero no hago contacto. Dicen que en el futuro los robots sustituirán a los hombres. ¿Es que no lo han hecho ya?

«Me has colocado en lo hondo de la fosa, en las tinieblas del fondo. Tu cólera pesa sobre mí, me echas encima todas tus olas».

Me siento abandonado, rechazado, traicionado. Todas mis esperanzas se han desvanecido como el humo. Mis sueños se han estrellado en la desesperación. Repito oraciones que antes me decian mucho, pero hoy me suenan a vacío. Pronuncio el santo nombre de Dios, pero muere en mis labios. Nada resulta, nada tiene sentido. Sólo queda la oscuridad y el vacío. Dejadez y apatía. Enfermedad y muerte.

«Mi alma está colmada de desdichas, y mi vida está al borde del abismo; ya me cuentan con los que bajan a la fosa, soy como un inválido, tengo mi cama entre los muertos, como los caídos que yacen en el sepulcro, de los cuales ya no guardas memoria, porque fueron arrancados de tu mano».

No tengo voluntad de vivir. Y no tengo valor para morir. La muerte me aterra con el negro interrogante de lo que me espera al otro lado de la tumba. Cuando mi fe lucía en toda su brillantez, disfrutaba yo de la vida y desafiaba a la muerte, porque vivir era caminar hacia ti, Señor, y morir era encontrarte en el abrazo final de una eternidad feliz. Pero ahora mi fe se ha oscurecido, y me encuentro odiando la vida y temiendo la muerte. ¿Qué me espera después de ese momento fatídico? Si no estoy seguro de mí mismo en esta vida, ¿cómo lo voy a estar para la siguiente? Si mi existencia se ha hecho una carga en este mundo, ¿qué será en el Reino de las Sombras?

«¿Harás tú maravillas por los muertos? ¿Se alzarán las sombras para darte gracias? ¿Se anuncia en el sepulcro tu misericordia, o tu fidelidad en el reino de la muerte? ¿Se conocen tus maravillas en la tiniebla, o tu injusticia en el país del olvido?».

¿A dónde me enviarás, Señor, cuando me despida yo de esta existencia que es la única que conozco, por miserable que sea? ¿Me enviarás al «País del Olvido»? ¿Es que mi existencia no es más que un tránsito de la nada a la nada? ¿Soy yo menos que los pájaros que hienden el azul del cielo con la alegría de sus alas, menos que las flores del campo que tienen al menos su día de gloria en el esplendor de sus colores? ¿No cuento para nada ante ti? Y tú, ¿te quedas tan tranquilo contemplando indiferente la agonía de .mi alma?

«¿Por qué, Señor, me rechazas y me escondes tu rostro? Desde niño fui desgraciado y enfermo, me doblo bajo el peso de tus terrores; pasó sobre mí tu incendio, tus espantos me han consumido: me rodean como las aguas todo el día, me envuelven todos a una».

Esa es la historia de mis sufrimientos, Señor, y a nadie se la contaria más que a ti. Lo que sí te pido es que veas la fe que se esconde tras mis propias quejas, mi confianza en ti que se expresa en la misma libertad con que te hablo. No me hubiera atrevido a hablarte así si tú mismo no hubieras puesto las palabras de tu salmo en mi boca. Gracias por haberme dado esa libertad, Señor. Gracias por tu salmo, que es tuyo en la divina inspiración de tu palabra, y mío en la agonía de mi experiencia. Ahora te ruego que acortes la prueba y me devuelvas la vida.

«Señor, Dios mío, de día te pido auxilio, de noche grito en tu presencia; llegue hasta ti mi súplica, inclina tu oído a mi clamor».

CARLOS G. VALLÉS
Busco tu rostro
Orar los Salmos
Sal Terrae. Santander 1989, pág. 167

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2. Introducción.

El hombre desde tiempos memorables ha tratado de manifestarse, tanto a si mismo, como a los demás. Es inevitable el constante ir y venir desde su interior al mundo que le rodea, en su salir se muestra, tal como se ve a si mismo, pero también, como lo ven los otros.

Dentro de todo ese juego, entra la dinámica de no desaparecer. El hombre siempre ha tendido a la perpetuidad, a la permanencia de su presencia a lo largo del tiempo y el espacio, como una resonancia que le de armonía al devenir. Dentro de toda esa tendencia se abre paso el hombre hebreo por medio de los salmos.

Algunos califican a los salmos de ser piezas literarias, otros de poesías populares, algunos tratan de tejer más fino y dicen que son la manifestación de un único autor que trata de hacer reflexionar al pueblo de Israel a lo largo de las etapas más difíciles que ha vivido.

Pero una cosa es cierta, en cada salmo pueden leerse historias, secretos, gritos, gozos, inquietudes, etc. Todo esto nace del vivir de EL HOMBRE, no es solo encerrable en un solo personaje, sino, en todo un genero, es toda una especie. Los griegos tienen poemas como el fedon, los budistas, las cuatro nobles verdades, los cristianos, abrimos paso en nuestro que hacer con los SALMOS, dichas estructuras que parecen tener aun la tinta muy fresca, el olor del sudor del escritor que labora en su mente y psiquis tratando de desbordar su interioridad.

En fin, hablar de los salmos es hablar del hombre, que no desea morir en el silencio, no desaparecer del recuerdo, que desea hacer perpetua su vida, experiencias, gozos y enseñanzas, ante el peligro de desaparecer, el hombre se perpetua, el hebreo ha quedado perpetuado por medio de los salmos, de los cuales, seres testigos de su expresión.

Preliminares.

De la diversidad de estilos literarios que se pueden descubrir en los salmos hay constatación clarisima, algunos hablan de los salmos Reales, de los himnos al Yavé Dios, salmos de súplica, de auxilio, etc.

Pero como en todo orden de cosas hay también salmos que se autoeliminan de toda estructura, es el caso del salmo 88, una pieza como esta merece toda atención no solo por ser parte de la revelación, sino por lo curioso de su tema, ¿ algunos de nosotros sería capaz de invocar a Dios para explicarle a EL la muerte ?.

Ante curioso tema, ante las frases desgarradoras incluso el profesor Alonzo S. Guarda silencio de certeza absoluta, la cual en materia Bíblica es muy difícil de tener, pero se denota una mano tiritante, en un autor que se desvela a si mismo en la poesía por ser él mismo un poeta.

La verdad es que le salmo 88 es aterrador, incluso digno de ser no escuchado, ¿ como el hombre querrá pasar revista a su propia muerte ?, ¿ porque enfrentar una experiencia de la cual todo ser humano tiende a huir ?. Por esto mismo hoy antes de iniciar una exposición sencilla en su interpretación he querido poner al futuro lector y a la ves locutor, no para que haga un filtro para este salmo, sino, para abrir su mente a una nueva experiencia, que se prepare para viajar a una casa, en un lugar donde el calor incluso ha empezado su escape, porque no quiere ser testigo de lo que viene, ábrete cristiano para ser testigo de lo que solo EL Cristo puede verse victorioso, prepara tu corazón, despierta tu existencia, por que de lo que vas a ser testigo tu serás actor protagonico, si no es hoy, será ahora, o mañana, quizás tengas la suerte de un nunca, pero guarda reserva, que hasta Dios dice el salmista le ha vuelto su rostro, ni Dios quiere presenciar.

Pues bien, abrámonos paso entre el hablar y escuchar, entre el orar y meditar ante la expresión de un hombre desapareciendo.

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II Parte.

Elementos para la Interpretación.

Ante todo debemos considerar una máxima fundamental, el hombre es hombre de su tiempo y circunstancia, es claro si que no se agota el hombre en su solo tiempo, pero él es una proyección al mundo de su vivencialismo.

Los salmos como todo texto perteneciente el canon reconocido como inspirado, es un texto de carácter divino, pero a la ves de carácter humano. El hecho que la mano del hombre este en el juego de la plasmacion de la revelación de Dios, hace que la circunstancialidad humana sea una parte muy importante a la hora de buscar interpretar un texto. Por ende, es insaltable la necesidad de reconocer la circunstancialidad en la cual surge un texto, reconocer la vivencialidad entornativa del hombre que Dios ha elegido para inspirar, o la comunidad que ha hecho el retoque final a el texto. Toda circunstancia por la que atraviese el texto antes de llegar a nuestras manos forma parte en la composición del texto, el texto es lo que es al ser terminado en su culmen cuando ya no recibe más intervención.

Los elementos que ahora visualizaremos pretenderán ser una fuente de ayuda para la posterior interpretación. El objetivos es conocer la circunstancialidad que envuelve al hombre coautor del texto. Los elementos que pueden interactuar en la vivencia de dicho sujeto pueden ser religioso, sociales, emocionales, patológicos, etc. Lo que nosotros utilizaremos circuncida dichos aspectos.

Conceptos.

1. Día. Es una palabra que el hombre hebreo utiliza para dar a conocer la salida del sol y el fin del momento de la muerte y la ausencia de Dios. El hombre puede sentirse seguro que Dios es todo poderoso de día y que los espíritus maléficos no lo atacaran ya que el día es el momento de Dios.

2. Noche. Es el gran tiempo oscuro de el día, es la salida de la desgracia hacia los hombres, es el tiempo de la muerte.

3. Oído. Es la sede de la sabiduría y la inteligencia. · Hablar ante los oídos de alguien es dirigirse a su presencia. · También es dirigirse enérgicamente, en voz alta, casi como un grito. El oído es descubierto para recibir una revelación. · El hombre puede hacerse sordo a la revelación de Dios, ya sea por una intervención de Dos o por una negativa del propio hombre.

4. Océano (abismo). Del hebreo te hom; LXX abussoz abyssus océano, según la tradición babilonica existían dos monstruos en el océano, Apsú (agua dulce) y Tiamat (agua salada del mar). En el nuevo testamento indica el lugar de los demonios, en el judaísmo tardío también.

5. Cama. Era un lujo. Lo normal era el uso de las alfombras sobre la tierra ( Jn 5, 8 camilla crabatos ) la clinh se usaba en el día para comer y de noche para dormir.

6. Muertos. Ka ( cuerpo ) necesitaba cuidados en babilonia Egipto y Canaan existía un miedo a los muertos. Ellos se suponía que estaban en el Jed que es un reino de los muertos, deriva de ja´a ( desear presentir ). · Sería el lugar de los que siempre piden más, no se sacian con nada. También puede significar " estar desierto ". · Los muertos habitarían bajo el agua. · No ven la luz los muertos, están llenos de polvo, no hay actividad, no pueden saber lo que pasa, no hay nuevas noticias para ellos.

7. Manos. Yod ( palma ) o Kaf ( hueco de la mano ). Es común el pensamiento hebreo de tener el alma en la mano y darla a Yavé para que El la saque del peligro. Las manos se " tienden " para pedir auxilio, también es para invocar a Dios y a la ves se hace para jurar, o tener a Dios por testigo.

8. Rostro. Panim, cara; se comprende como una superficie, pero no se excluye entenderla como un espejo de la vida psíquica, por lo general la pena o la alegría.

Apartir del Lunes 13 de Julio se editara la ultima parte de esta exposicion del Salmo 88.

III Parte. Estudio Global.

El salmo sería una suplica. Según la opinión del profesor Luis Alonzo y el Doctor Domínguez; no es una confesión de los pecados, pero una cosa es clara, la tragedia de la cual se habla es inexplicable.

A donde el orante se dirige no hay promesa de acción de gracia, hay una petición pero no concreta. Pareciera que es un enfermo que hace oración cuando esta en Articulo Mortis, la muerte se sabe que no es por castigo, sino, por un destino ineludible.

El texto habla de un orante, no de un autor, pareciera que se gozara de muy buena salud al escribir previniendo la hora de la muerte, sería un poema sobre la muerte, no es un cuento de abatimiento.

El problema de este salmo redondea en la siguiente idea:

¿ como describir un mundo desconocido que no existe ?

El profesor Luis Alonzo, describe la muerte como una potencia en acción, un incendio que consume, un oleaje que arrolla, envuelve y traga.

El terror no ser, o el de desaparecer acompaña al orante desde mi juventud, pero ahora se le ha hecho algo real, pero una cosa es clara para el orante, nadie puede quitar algo a Dios, nadie nos lleva a la muerte.

A los muertos se les niega la cuaterna que describe el accionar de Dios que Israel siempre espera: su misericordia, su fidelidad, su justicia y la fuerza de sus prodigios.

Por tanto a los muertos no les queda más que la cuaterna de la desgracia: La cólera, El oleaje, El incendio y El terror de Dios.

Con lo dicho surge una pregunta para el judío y el Cristiano; ¿ es acaso esa cuaterna la ultima revelación de Dios?.


Esquema del Salmo:

vv 2-3. Se introduce la súplica con fórmulas familiares.
vv 4-6. El Ki describe la situación del orante.
vv 7-10a. Para el orante Dios es el causante de su desgracia.
vv 10b. Se abre una nueva introducción.
vv 11-13. El orante interpela a Dios con sus preguntas retóricas.
vv 14. Se abre una tercera introducción.
vv 15-19. Se plasma el accionar de Dios y la situación ultimante del orante.

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Exégesis del Salmo 88.

vv 2-3 existen dos verbos en plena ejecución, el pedir y el gritar van dando la expectativa del que lee, no se trata de un salmo de alabanza, ni de reflexión, el que lee este texto debe unirse al grito descarnado de alguien que vivencia una experiencia espeluznante. El orante marca su línea en el texto, sabe que morirá, pero lo hará orando, todo esto lo hace apoyado en una idea, ante lo que se avecina Dios aún permanece accesible.

vv 4. El orante hace un ¿ balance de su vida o impresión ?. lo crucial en este verso es la posibilidad entre el orante y aquel que se hace orante al leer este salmo; es mi vida la que esta entre la vida que se apaga y la muerte que se enciende.

vv 5. El orante se autoevalua como aquel que baja; lo que sería la decadencia máxima. Pero apesar de todo está como un varón valiente y fuerte apesar de su minusvalidez.

vv 6. El orante ha llegado a una situación limite, está pendido, suspendido entre los muertos, ya no hay vuelta, todo es un caminar sin salida y vuelta posible, se inicia la lejanía de Dios, se inicia la peor desgracia para el varón judío que es creyente, Dios se olvida.

vv 7. Se esconde pero al mismo tiempo se manifiesta el Tu has, Tu me has, pareciera que la desesperación se apodera del orante, se busca una explicación para lo que ocurre, se inicia la acusación del orante por la desgracia que esta viviendo, Dios sería el causante.

vv 8. El orante siente que esta sobre el, que reposa y comienza a unirse a él la cólera de Dios.

vv 9. Ante el máximo dolor, ante la angustia máxima, se percibe una desgracia horrible, la soledad, se busca un culpable, Dios queda ante la mirada del salmista.

vv 9b-10. La situación finalista es la de sentirse prisionero de un cuerpo, de una situación, no hay escapatoria, no hay como salirse.

vv 11-13. Pero antes de iniciar su desaparición de la tierra, el orante toma un ultimo aliento de vida, y clama y recuerda las cualidades de Dios, él sabe que más pronto que tarde nunca más volverá a hacerlo.

vv 14. El orante no deja su ultima inhalación de aire, de vida de parte de Yavé, la retiene para poder clamara a Dios, lo hace entre la noche y el día, entre la muerte próxima y la vida lejana. Él desea ser escuchado, antes que sea demasiado tarde.

vv 15. Pero su llanto no puede encontrar mayor motivo, El rostro de Dios, se le oculta, se le hace oscuro.

vv 16. La conciencia de morir le causa estupor al orante, lo más terrible es saber que la muerte esta a sus pies, está ya en él.

vv 17-18. El orante ha llegado a la experiencia culminante de todo ser humano, es la ultima sabiduría que se puede aprender, la verdad buscada desde el nacer, ¿ como es la muerte ?.

vv 19. El orante, ya falleciendo se queja con las tinieblas, sus nuevas moradas, su queja es la soledad. Para el orante ya fallecido queda en su mente que se duerme un pensamiento, lo primero que Dios creo fue la luz, lo ultimo que encuentra el hombre es la tiniebla.

Podríamos concluir que este salmo es el viaje del morir, es la percepción de que somos mortales, de que nada libera de la muerte al hombre. Lo peor para el salmista es saber que ya esta lejos de Dios.

En una visión cristiana, la ultima frase no es la ultima palabra, ya que desde la tiniebla resurge la luz.


Bibliografía.

Luis Alonzo. Los Salmos. España.
AAVV. Diccionario De la Biblia. Herder. España. 1980.
León de Dufour. Vocabulario de teología Bíblica. Herder. España. 1985.
A. Robert, A. Feuillet. Introducción a la Biblia. Tomo I. Herder. España. 1965.
Biblias de Jerusalen y Española.
HLP. Biblia de Jerusalen. Windows 95.
Revista Kronos. Kronos@line-pro.es
Sitios Web: Http://www.mundolatino.org
Http://www.geocities.com/athens/aegean/7295/


SALMO 087
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