Salmo 75 (74): El Señor, juez supremo


Te damos gracias, oh Dios, te damos gracias,
invocando tu nombre, contando tus maravillas.

«Cuando elija la ocasión,
yo juzgaré rectamente.
Aunque tiemble la tierra con sus habitantes,
yo he afianzado sus columnas.»

Digo a los jactanciosos: «No jactaros»;
a los malvados: «No alcéis la testuz,
no alcéis la testuz contra el cielo,
no digáis insolencias contra la Roca.»

Ni del oriente ni del occidente,
ni del desierto ni de los montes,
sólo Dios gobierna:
a uno humilla, a otro ensalza.

El Señor tiene una copa en la mano,
un vaso lleno de vino drogado:
lo da a beber hasta las heces
a todos los malvados de la tierra.

Pero yo siempre proclamaré su grandeza,
y tañeré para el Dios de Jacob:
derribaré el poder de los malvados,
y se alzará el poder del justo.


El Juicio de Dios (v. 8), que asegurará definitivamente el triunfo de la justicia (v. 11), es el tema central de este Salmo. Luego de una exclamación de carácter litúrgico (v. 2), se escucha un oráculo del Señor, quien se manifestará como Juez supremo cuando él mismo lo decida (vs. 3-4). A este anuncio sigue una última advertencia dirigida a los impíos, para que cambien de actitud (vs. 5-9). El Salmo concluye con un tono hímnico, porque la victoria de la justicia divina será un motivo de alegría para los justos.


SALMO 75. DAR GRACIAS POR FE

Te damos gracias, oh Dios, te damos gracias,
invocando tu nombre,
contando tus maravillas.



Un salmo breve de acción de gracias dividido en tres partes. La primera, la reflejada en el versículo que encabeza esta entrada expresa acción de gracias al Señor. La segunda, es un oráculo de parte del mismo Señor en el que indica su gobierno y su soberanía sobre el universo. La tercera, es un comentario del poeta sobre las palabras expresadas en el oráculo.

Si relacionamos este salmo con el 72 y 73, donde el creyente manifiesta su sorpresa debida a la extensión del mal y la aparente impunidad de los malvados, el salmo que hoy nos ocupa aumenta nuestra perspectiva al afirmar, es Dios quien gobierna.

El salmista quiere que no perdamos la perspectiva, que no nos dejemos impresionar o desanimar por la realidad que perciben nuestros sentidos y que recordemos una y otra vez quién gobierna el universo y, por ende, puede gobernar nuestra vida y circunstancias si se lo permitimos.

La enseñanza del salmo para mí ha sido la importancia de dar gracias a Dios como una expresión de nuestra fe y confianza en Él. Dar gracias, especialmente, cuando nuestra percepción de la realidad no nos ofrece ninguna razón para hacerlo. Dar gracias cuando todo parece ir en contra nuestra y da la sensación que las circunstancias alrededor nuestros nos zarandean de un lado para otro. Dar gracias cuando todo parece ir mal y uno tiene la sensación que, no únicamente Dios ha perdido el control de nuestras vidas, sino también de todo el universo.

Creo que cuando damos gracias, a pesar de, y no únicamente, debido a, le estamos expresando al Señor nuestra confianza en medio y por encima de las circunstancias. Nuestra acción de gracias es una manera de decirle, que creemos que Él todavía reina y gobierna. Que afirmamos que todo ayuda para bien a los que aman a Dios. Que verdaderamente creemos y confiamos en que Él sabe. Que estamos absolutamente convencidos que en medio de todo esto, Él está y no nos deja.

Un principio

La acción de gracias en medio de la dificultad es una expresión de confianza en Dios.

Una oración

Por todos aquellos que han perdido el ánimo en medio de circunstancias dolorosas.
SALMO 074
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